Con toda seguridad, estoy aprendiendo mucho de la cultura mexicana y para mí, todo es bastante interesante. Antes de viajar a este país, sólo sabía un poco de las costumbres y tradiciones aquí. Por lo tanto, cuando aprendí de la tradición de las uvas para el año nuevo, me interesó mucho. Para las fiestas del año nuevo, fui a la casa de mis abuelos oaxaqueños a las nueve. Con los parientes de mi papá oaxaqueño, pasé tres horas hablando, bailando, y tomando copas. Cuando era casi la medianoche, una prima de mi papá me dio una taza que contuvo doce uvas. Ella me dijo que yo tenía que pedir un deseo por cada uva y comer todas las uvas en casi doce segundos. A causa de los consejos de ella, hice mis deseos—por ejemplo, ojalá en el ano nuevo, haya más oportunidades de viajar a otros países para mí—y comí las uvas; pero, tardé más de doce segundos en comer las uvas.
Naturalmente, ya que tengo mucha curiosidad, tenía que saber la razón por las uvas. Por consiguiente, pregunté a mi tía oaxaqueña. Ella me dijo que la tradición empezó cuando había un excedente de uvas en México; las personas que causaron la tradición querían que la gente comiera las uvas extras. Hoy en día, la tradición continúa porque a las personas les gusta la idea y la gente se divierte mucho con la celebración. ¡Qué interesante!
Ahora que, he aprendido mucho de las costumbres aquí, estoy emocionada por las fiestas del día de los reyes magos. Ya oí un poco de las tradiciones que la gente oaxaqueña hace y espero que mi familia oaxaqueña practique tradiciones únicas de estas fiestas también. ­­­­ Quiero que ellos vayan a compartir una rosca de pan que contiene el bebé de Jesús Cristo porque creo que la costumbre que acompaña la rosca es muy divertido y gracioso. Normalmente, en los estados unidos, si alguien saca algo de alguna comida, esta persona tendrá suerte por todo el año que viene. No obstante, aquí, la persona que recibe la rebanada que contiene el bebé tiene que hace tamales para toda la gente. ¡Que raro!
Además, a causa de que mi familia oaxaqueña tiene tres hijos, quiero aprender las creencias de los niños con respeto al día de los reyes magos. Parece que los niños aquí piensan en los reyes magos como los chiquillos estadounidenses creen en Santa Claus. Cada niño va a esperar por los reyes y todos son llenos de esperanza en que los reyes traigan los regalos. Ojalá que yo pueda hablar con mis hermanos oaxaqueños sobre sus esperanzas por los reyes y los regalos que ellos vayan a recibir.
A causa de todo, parece que tengo mucha suerte para estar en Oaxaca durante un tiempo en que mucha gente está celebrando tradiciones y fiestas únicas. Participar en celebraciones de culturas diferentes, para mí, es la mejor manera para aprender en el extranjero. De verdad, asimilarse en culturas distintas es más fácil cuando se puede tener experiencias directas en las costumbres de las culturas. Por lo tanto, creo que si yo hubiera elegido un tiempo diferente para venir a Oaxaca, no habría aprendido tanto de la cultura mexicana.
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Kassandra Holzem
WISC- 325

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