PUERTO ESCONDIDO

El verano pasado fuimos a Puerto Escondido por cuatro días. Esos cuatro días fueron los mejores días de mi vida. En la mitad de las ocho semanas en Oaxaca, no tuvimos clase desde Jueves 2 A los once de la noche fuimos en autobús. El viaje empezó muy tranquilo en una carretera muy tranquila. Todo cambió cuando llegaron las montañas casi una hora después de salir del ADO. Cada cinco segundos había otra curva y seguimos con esas condiciones por muchas horas. No pude dormir ni un minuto por las curvas. También, por el ruido del autobús me quedé despierta. Después de tomar dos Dramamines, me dormí un rato. Después de poco tiempo, tratando de dormir, decidí dejar de intentar dormir y escuché a mi iPod y miré lo que pude del paisaje con la oscuridad de la noche.
Finalmente, después de once horas en autobús, llegamos a Puerto Escondido. Nuestros amigos que fueron en carro salieron más tarde y llegaron antes de nosotras. Cuando bajamos del autobús, el aire húmido y caliente me sorprendió. La ciudad de Oaxaca era muy árida y no esperé respirar aire húmido. Tomamos un taxi cinco minutos a nuestro hotel que se llama “Flor De María”. Yo compartí un cuarto con otras tres amigas, Lauralyn, Sarah, y Lauren. Inmediatamente después de llegar, fuimos a la playa. No pudimos esperar más porque ya habíamos esperado mucho tiempo. El sol era muy fuerte pero también había viento. Las olas eran muy grandes y el agua era caliente. El día era perfecto. Nadamos, tomamos unas coronas, y tomamos mucho sol. Todo el grupo estaba junto en la playa, nadando y tomando sol. Para nosotras, el mar es algo muy especial porque no hay un mar cerca de Wisconsin. Es algo muy especial ver el mar por primera vez. En este momento, no tuvimos ninguna preocupación menos las olas grandes.
Después de tomar mucho sol, fuimos, todos quemados, a cenar por el cumpleaños de mi amiga. Había casi veinte personas en el grupo y cenamos en un lugar italiano. Ocupamos el restaurante entero. Y comí pizza con chorizo y champiñones. Mucha gente pidió pasta y cosas típicas de Italia. Después de comer mucha comida italiana, fuimos a la playa otra vez y tomamos más Coronas antes de salir en la noche. Todo el grupo en la playa con nuestros amigos mexicanos durante el atardecer era una noche perfecta. Me encantaba sentir la arena en los pies porque no había ido a la playa por mucho tiempo. Salimos esa noche a una parte turística de Puerto Escondido con muchos bares, etc. Esa parte del viaje me gustó mucho porque era diferente que Oaxaca. El ambiente era más tranquilo y el tiempo era maravilloso, poca calor con viento. Regresamos caminando en la playa a nuestro hotel antes del amanecer.
Todos los días siguieron así, mucho tiempo para descansar con mis amigos en el mejor lugar del mundo. Después de cuatro días muy cortos, tuvimos que regresar a Oaxaca. Sin embargo, no tomamos el autobús esta vez sino que fuimos en el carro de nuestros amigos. El viaje a Oaxaca en carro sólo duró cinco o seis horas en vez de once. En camino a Oaxaca paramos en un pueblo en las montañas para descansar un rato y tomamos café. Antes que nada, ya estuvimos en Oaxaca y el viaje había terminado. Me gustaría regresar a Puerto Escondido algún día pero yo sé que nunca va a ser igual que antes y por eso, mis recuerdos de Puerto Escondido valen mucho para mí.
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Kim Gressick
WISC-325

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