LAS LEYENDAS OAXAQUEÑAS

Hice una presentación en clase sobre las leyendas bien conocidas en Oaxaca. Hablé sobre cinco leyendas en particular –la de la llorona, la del callejón del muerto, la de la matlacihuatl o la bandolera, la de la brujería y la del catrín. Pienso que éstas son las más famosas.

Primero, enseñé sobre la leyenda de la llorona. La llorona es una de las leyendas más conocidas por todo de México, cada estado con su propia versión. Esta variedad entre opiniones de los estados hacia la llorona es una situación similar a la malinche, en que una gente vee a ella como un heróe y otra gente la vee como una traidora. Pero, en esta situación, la mayoría de los méxicanos, o por lo menos oaxaqueños, vee a la llorona con la simpatía y la compasión. A esta gente, la llorona parece como una figura positiva, una vírgen hermosa con que la gente puede relacionarse. La llorona es una madre que se perdió a sus hijos de una manera terrible. En Oaxaca, muchas personas creen que su marido mató a sus hijos. Otras personas piensan que ella los perdió a un incendio en casa. En todo caso, es dicho que la llorona sigue llamando por sus hijos muertos, y lo que distingua a ella es “su condición de espíritus errantes.” También dicho por unas personas méxicanas es que ella flota o no tiene rostro. Hay muchos cuentos de los gritos de ella, y aunque no hay muchas vistas de ella, hay más que veinte millón personas sólo de México que en ella creen. Es que la gente se siente para ella, una pobre madre que se perdió a sus hijos injustamente. De hecho, la gente ama tanto a esta mujer llamada la llorona que creó una canción sobre ella. Esta canción de amor originó en el Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, entonces es muy cerca de los corazones de la gente oaxaqueña.

La próxima leyenda de que hablé en clase es la del callejón del muerto. El callejón del muerto es una calle cerca de la Iglesia de la Soledad, conocida como así porque hace muchos años, había un moribundo en la calle. Víctima de un crimen una noche y herido fatalmente, este hombre estaba muriéndose. Además, esa noche oscura, había una silueta de un hombre que se parecía como una sombra, se deslizando suavemente en vez de caminar. Cuando oyó el grito del dolor del hombre, se fue a la iglesia con prisa para el cura para confesarle a él. El cura entendió la urgencia y se fue con el hombre al lugar del moribundo, pidiendo al hombre darle distancia durante la confesión. Finalmente, el cura se acabó de confesarle y se dio cuenta de que el hombre que había tocado a su puerta no todavía estaba allí. Pues, él rechazó la tela en frente de la cara del moribundo y vio que ¡era el mismo hombre que había tocado a su puerta! Pienso que era la fe increíble del hombre que se llevó su misma sombra a la puerta del cura. Y desde ese momento, el cura no pudo pensar en otra cosa. Él vivió de lugúbre, siempre oyendo las tocas del muerto en la puerta.

La leyenda de la matlacihuatl, adicionalmente llamada la bandolera, resulta en un hombre que vive de la paranoia y la locura después de un evento inexplicable también. Este hombre específico se llamaba José Antonio. Era un hombre muy machista y a él le gustaban a todas las mujeres, especialmente cuando estaba borracho. Mirando a él con desprecio, su papá le dijo que estaba comportando mal y necesitaba mejorarse. Sin embargo, a José no le importa lo que su padre le decía y él seguía salir sin permiso, riéndo a su papá cada vez. Un día, él se enamoró con una mujer cuando todavía estaba borracho y intentó de caminar a casa al amanecer, cerca de las tres de la mañana. Pero en su camino a casa, vio a una mujer que parecía mucho a la mujer con que acabó de enarmorarse. Era una figura hermosa vestida de blanco (algunas dicen que era rojo) que a él se apareció. Pero, cuando él le vio mejor se dio cuenta de que no era la misma mujer –¡esta mujer estaba muerta! Como ya dije, desde ese día, él se puse loco, gritando por toda la noche diariamente a causa de esta mujer que seguía regresando a él. Fue un misterio a su papá que trató de buscar a ella y no pudo encontrarla. Es dicho que ella se aparece sólo a los hombres borrachos para robarlos y enseñarlos una lección. Pues, si seas hombre malo y siempre borracho, ¡ten cuidado!

Además muchas personas creen en la brujería y el catrín. La brujería es un tipo de mágico real por encantos y hechicería. Eso también da gran significado al uso de herbolaria en la medicina. En la otra mano, el catrín es un lugar donde la gente se viste muy bien y en donde se dicen que aparece el diablo. Esto también es relacionado a “las catrinas” que se llaman las muertas.

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Otra vez, como ya dije, quiero enfatizar que estas no son todas las leyendas oaxaqueñas, sólo las más conocidas. Cada persona las cuenta de manera distinta. Pero, generalmente, son las mismas en los corazones de los oaxaqueños, cada una relacionando a la muerte, amor, o lo desconocido.

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Julie Elliot