Estábamos los tres,
en un desfile lento,
conduciendo cuidadosa y efusivamente.
El paisaje rocoso cambió cada momento
de verde a rojo,
vivo a muerto.
Las piedras y los hoyos crecían,
el lodo se volvía más espeso.
Hay una grieta
en el hielo.
El estacionamiento está lleno de peregrinos con botas,
bastones y termos de café.
Estamos menos preparados, y tengo frío.
Hace frío.
Usamos el baño.
Esperamos un momento en silencio y empezamos a caminar.
Hay una grieta en el hielo.
Hay una grieta
en el hielo.
El camino está inclinado,
pero el desfile es más rápido.
El único sonido es el de nuestros pies en la nieve.
El sol desaparece.
Nos detenemos cerca de la cima y
lo vemos
el fuego, el
humo.
El mundo se ha abierto, está desangrándose.
Somos pequeños.
Soy pequeña.
El pasado y el futuro no existen,
y todo es posible.
Hay una grieta en el hielo.
El volcán
respira.
Caroline Doherty
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