Este fin de semana fue muy divertido, e hice muchas actividades espontáneas y cosas fortuitas. Este viernes pasado yo fui al mercado al lado del parque Juárez con mis amigas Julie y Emily, mas fueron casi cerradas cuando llegamos porque fue seis de la tarde. Sin embargo, Julie compró unas pulseras y yo busqué por alebrijes pero no pude encontrar nada. Después nos reunimos con los demás del grupo en frente del Instituto a las ocho de la noche y andamos a Pizza Nostrana en el rincón de Allande y Alcalá para cenar. Yo pedí una pizza de tamaño personal, y fue delicioso, pero solamente fue el tamaño de mis manos – dudo que lo hubiera satisfecho a un niño. Sin embargo, la noche siguió, y fuimos a los clubes Fanduca y La V. No puedes creerlo, pero nuestro maestro Paco nos reunió a las 11 en frente de Santo Domingo. Él quiso mostrarnos sus movimientos de baile, y también quiso cantar La Chilanga Banda y bailar el Tibiri-Tabara por toda la noche, pero todos estaban demasiado ocupados tocando la guitarra de aire que hacían. Desafortunadamente, Paco salió después de un rato. Todos estuvieron desilusionados. Más adelante, Emily y yo regresamos a casa en taxi después que habíamos negociado un precio justo con el taxista. Él estaba impresionado con nuestro español, y nos dijo que estaba tratando aprender inglés. Cuando llego el sábado me desperté a las 12 más o menos, y comí inmediatamente el cereal y leche que mi madre había dejado para mí. Después comí el almuerzo a las 2 de la tarde porque no puedo rechazar una comida. Pues, cuando estaba caminando por el Mercado Juárez por el resto del día, me dolió mi estomago porque estaba tan lleno. Pero el mercado estaba muy divertido no obstante. Yo compré dos alebrijes – una tortuga y también un puerco de espinas – una bufanda para mi novia prestando atención a los consejos de mis amigas, y más chocolate de Chocolate Mayordomo. Me dolieron mis pies porque había andado por todo el día llevando sandalias. Luego, Julie, mi compañero de casa que se llama George, y yo cenamos en un lugar donde se venden tortas árabes, y estuvo muy satisfactorio. No puedo recordar el nombre del restaurante pero la experiencia fue una que no podré olvidar: la camarera presto mucho atención a Julie y yo pero creo que ella no noto a George. Él tuvo mucha hambre, entonces estuvo muy emocionado cuando recibió su comida. Un poco después, algunos otros clientes llegaron y necesitaron un menú, pero todos estuvieron en nuestra mesa. Por lo tanto, la camarera llegó a nuestra mesa para tomar uno, y ella necesitó mover el plato de George para hacerlo. George no había terminado su comida, y pensó que la camarera estuvo llevando su plato sin ninguna razón. No dijo nada pero sus expresiones de la cara fueron inolvidables. Entonces, cuando la camarera lo devolvió el plato a George, él fue muy confundido y Julie y yo reímos mucho. Finalmente, después de habíamos salido del restaurante, compramos helado de una farmacia, y mientras Julie y George caminaron a Candela para bailar, yo regresé a casa y hablé con mi madre por un rato mientras miramos una película con Jackie Chan en la tele. Creo que la película se llama Shanghai Noon; mi madre y yo estaban bromando que la estaba muy previsible ya que estaban tantos ninjas y acción. Domingo, yo hice cuajadas de queso con mi madre. Estas cuajadas son quesitos que están rebozados y freídos en aceite; había llevadlos conmigo como un regalo para ella. ¡Pensé que serían una buena experiencia como un intercambio cultural porque, en Wisconsin, son muy populares! También este día regresamos al mercado una vez más para comprar más regalos para nuestras familias de Wisconsin. No puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido y que vayamos a regresar al invierno de Wisconsin en tantos pocos días. Pero nuestras experiencias en Oaxaca han estado muy agradables, y quiero regresar un día pronto. ¡Qué buen fin de semana!
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Erik Krueger
WISC-325

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